Una máquina con manivela para cortar finas lonchas de exquisita mortadela siciliana, una gigantesca rueda de un sensacional queso parmesano, morteros de pimienta de medio metro de largo.... Estamos en Fellina, uno de los nuevos place to be de la capital. Un lugar en el que disfrutar de grandes platos de la gastronomía italiana en un ambiente muy agradable. No es un italiano más en la capital, sino un italiano con mayúsculas en el que han sabido importar lo mejor de la cocina transalpina.
Un amplio local, situado en la calle Caracas, en pleno barrio de Chamberí, y que se divide en dos plantas. A pie de calle encontramos un acogedor patio que nos traslada a la tranquilidad de una villa de la Toscana y que es ideal tanto para una cena en pareja como una comida con amigos. En la planta de arriba, un salón principal acogedor, con mucho encanto y con toques mediterráneos para sentirnos como en casa.
La carta de Fellina es extensa y en ella encontramos grandes platos de la gastronomía italiana, con una seña de identidad en todos ellos, el respeto por la tradición. Es la 'cocina della nonna' (cocina de la abuela) pero con un toque actual. Mientras esperábamos los platos que habíamos pedido, nos sirvieron un poco de esa mortadella y ese parmesano que nos habían dado la bienvenida al entrar. ¡Un delicioso bocado!.
Como entrante nos apetecía probar algo diferente, así que nos decantamos por las Fiori di Zucchina. Unas flores de calabacín cocinadas en tempura, que venían acompañadas de una mayonesa de ajo asado y albahaca. Pese a estar frito, es un entrante ligero y apetecible que, estamos seguros, hace las delicias de los amantes de las verduras.
En el turno de los segundos, reconocemos que nos costó elegir. Casi todo nos llamaba la atención y nos parecía muy apetecible. Así que hicimos lo que se debe hacer siempre en estos casos, dejarnos aconsejar por el personal de sala. Y fue todo un acierto. Uno de los platos que probamos fue de pasta rellena. El Tortelloni rosa con foie gras d'oca e tartufo, es sin duda uno de esos platos imprescindibles por su presentación y por su sabor. ¡Un plato de 10!
La otra especialidad de Fellina que probamos fue su Spaghetti alla carbonara original. Una pasta larga elaborada como se hace en Italia, con yemas de huevo de corral, guanciale y pecorino y, evidentemente, sin nata. A los amantes de esta receta, les recomendamos que pidan este plato si visitan este restaurante. El primer detalle que enamora al comensal es ver el mimo con el que lo terminan de preparar en la propia mesa y, el segundo, su sabor. Una carbonara auténtica de esas que solo saben preparar en las auténticas trattorias italianas.
Por supuesto, dejamos un hueco para el postre. Su Tiramisú también está 'de vicio'. Viene servido de un modo muy original en una bonita y tradicional cafetera de las de antes. Si queréis ver todos los detalles os los mostramos en nuestro Instagram porque es un postre tan especial que merece su propio espacio. ¿Os lo vais a perder?
En definitiva, que Fellina es sin duda un restaurante en el que disfrutar de la auténtica comida italiana en un espacio amplio y agradable con una cuidada decoración. Uno de nuestros últimos descubrimientos que recomendamos con pasión. ¡Buon appetito!
Fellina
C/Caracas, 21
Telf.: 91 410 92 50
Precio medio: 25-30€
www.fellinamadrid.com