En la concurrida calle San Mateo y a unos pasos del Museo del Romanticismo se encuentra La Potxola, una taberna en la que el producto de calidad es su seña de identidad. Una taberna vasca en la que el mimo a la materia prima y la autenticidad se aprecian en cada bocado. Platos que Aitor, su propietario, elabora a partir de recetas tradicionales a las que incorpora algunos guiños actuales.
Adentrarse en el universo de La Potxola permite reencontrarse con elementos decorativos como lámparas y carritos auxiliares sesenteros que nos devuelven a muchos a las visitas a casas de nuestro abuelos y a esa cocina tradicional llena de sabor y exenta de artificios innecesarios
Entre las joyas gastronómica que se pueden encontrar entre las paredes de La Potxola, el cliente puede disfrutar de la Cecina 'El Castro'. Un embutido galardonado con el premio al Mejor producto artesano Tierra de Sabor 2017 y que se sirve en restaurantes tan reconocidos como Arzak y Zalacaín. Un embutido que junto con el Chorizo picante del mismo productor hacen las delicias de los que los prueban con una copa de vino o una refrescante cerveza.
Uno de los imprescindibles de su reducida carta es su Pintxo Huevo. Un crepe de patata que alberga en su interior una yema de huevo sin membrana acompañada de chistorra o trufa y que al morderla estalla en la boca. Es recomendable comer de un solo bocado. Mmmmmm!!!
Las Croquetas, uno de esos platos que demuestran al primer bocado el saber hacer o no de un cocinero, es uno de los clásicos de esta taberna que no decepcionan. De jamón o de cecina, están como a nosotros nos gustan crujientes por fuera y muy cremosas por dentro.
También entre sus clásicos está la Tortilla de patatas baby. Una tortilla jugosa elaborada con huevos frescos de granja y que se sirve poco cuajada. Solo con ver la foto se te hace la boca agua. Pues imaginaos cuando os llevéis un trozo a la boca.
Nosotros también tomamos el Tomate de Huerta aliñado según los cánones de la casa. Unos cánones que incluyen un pequeño truco para potenciar el sabor de este producto. Una sencilla técnica que consiste en quitar el corazón y el culito de esta fruta, y dejarla respirar un minuto. Una vez cortada en flor y aliñada con aceite Dominus se convierte en un plato de 10.
La huerta de Tudela es uno de los proveedores más importante de esta taberna vasca y de allí trae verduras como su Alcachofa y Espárragos confitados a baja temperatura. Para que cada producto mantenga intacta su personalidad, en cocina los tratan de modo diferente. Así, en el caso de la alcachofa la confitan a 75 grados, unos grados más bajo de lo habitual, para que mantenga su textura crujiente.
Fuera de carta y solo en temporada, en La Potxola se pueden encontrar dos tesoros de la cocina vasca. El primero, su reconocido Marmitako, elaborado siguiendo una versión mejorada de una receta familiar que ha sido galardonada en varias ocasiones con el premio al mejor marmitako en Vizcaya y que según reconoce la propia madre del cocinero "en este caso, el alumno ha superado al maestro". El segundo, que tuvimos la suerte de probar, el Bonito encebollado. Podemos decir sin rubor, que es, sin duda, el mejor que hemos probado hasta ahora.
Cerramos esta agradable comida con su Tarta de queso casera. Un postre que recomendamos incluso para aquellos que no son tan amantes de este dulce de moda.
Para los amantes de la autenticidad de la gastronomía vasca, La Potxola es su taberna. Un lugar en el que Aitor ejerce de guía y ofrece lo mejor de su cocina para que sus clientes repitan. Un regreso que está garantizado en nuestro caso tanto por los platos como por el trato recibido.
C/San Mateo, 19
Telf.: 665 214 877
Precio medio: 40 euros.
http://lapotxolataberna.com