Senses es el restaurante en el que cada día el chef Lars Bertelsen hace magia y convierte platos convencionales en creaciones sorprendentes y frescos. Él selecciona personalmente los productos de proveedores locales en una apuesta por llevar a cabo una apuesta empresarial sostenible. En su carta hay cuatro opciones de menú según el número de platos que desees probar. Nosotros optamos por el de cuatro pasos.
El servicio comenzó con Minipizza de salmón marinado. Un plato que nos conquistó nada más verlo, ya que este deliciosa elaboración venía dentro de su propia caja de cartón de servicio a domicilio. Se puede decir que el comienzo fue divertido por fuera y riquísimo por dentro.
El pescado siguió siendo el protagonista del menú. El segundo entrante fue una Caballa asada con manzana. Otro plato bellísimo en su concepción y cuyo sabor no decepcionó. Creemos que con esta imagen, que vale más que 1.000 palabras, no es necesario decir nada más.
Y seguimos bajo el mar. El primer segundo fue un pescado local, cuyo nombre no podemos reproducir, pero que nos encantaría encontrar en los mercados madrileños. Este cremoso ingrediente iba acompañado de verduras al dente en su punto justo de cocción y unas migas de cebolla crujiente. Todo un 10 para un plato 100% holandés.
Pero en Amsterdam también se come carne, sobre todo desde que su reina es argentina. En este caso nos sirvieron un Cordero a baja temperaturaen su propio jugo con ajo fermentado y perejil de la propia carne, que iba acompañado de una empanadilla de verduras. Una elaboración deliciosa, que nos hizo arrepentirnos de no haber elegido un menú más largo.
El postre llegó blanco y radiante a nuestra mesa. Podemos decir que este Chocolate blanco en texturas nos hizo poner los ojos del mismo color que su ingrediente principal por su celestial sabor. Todavía nos relamemos cada vez que pensamos en el.
El impulsor de este local del centro de Amsterdam se marcó como objetivo en 2015, cuando abrieron sus puertas, ser considerado como uno de los 500 mejores restaurantes de los Países Bajos. Bertelsen puede presumir de haber logrado su meta en solo dos años y de estimular los 'sentidos' de los comensales que acuden a su establecimiento cada día. ¡Todo un descubrimiento! ¡Volveremos!
Senses