Angelita no es un restaurante cualquiera, aunque sirven comidas. No se puede considerar un bar de vinos, aunque tienen más de 500 referencias. Y tampoco una coctelería, aunque en su sótano se pueden saborear deliciosos combinados. Angelita es todo eso y mucho más. Los Hermanos Villalón recogen en este local del barrio de Chueca el testigo de sus progenitores, que regentaron durante décadas con mucho éxito el conocido restaurante El Padre. Basándose en estas raíces culinarias, encontramos en su carta platos perfectamente ejecutados con materias primas de calidad.
Las hortalizas que cultivan sus padres, ahora retirados, en su huerta de la provincia de Zamora surten las elaboraciones de los primeros platos. David es el encargado de dar a conocer a los comensales los platos y los maridajes perfectos para cada uno de ellos, que se puede realizar también por copas para lo que disponen de medio centenar de opciones. Como nos gusta probar cosas diferentes, no dudamos en elegir entre las propuestas fuera de carta. Primero tomamos unas Cebollas tiernas con cecina. Unas deliciosas verduras, que nos transportaron desde el primero bocado al campo. Exquisito fue también su Pisto tradicional en el que predominaba el sabor del tomate de verdad y que como punto curioso le incorporan la puntilla del huevo frito. ¡Estaba sensacional!
Después nos trajeron unas Mollejas con boletus. Un plato que solo se puede definir como perfecto. Ambos productos están cocinados en su punto justo y su sabor es tan intenso, que todavía podemos recordarlo. Para los que no son amantes de la casquería, les recomendamos que las prueben porque puede ser que cambien de opinión. Para los que sí son defensores de este producto tan típico de nuestro país, estamos seguros que adorarán este plato.
Seguimos aceptando las recomendaciones del jefe de sala, y elegimos un Chuletón de vaca rubia zamorana. Lo tomamos como segundo plato, pero para compartir. En este caso, hacemos nuestro el dicho de que una imagen vale más que mil palabras y si en la fotografía la carne se ve tan deliciosa, podemos asegurar que todavía estaba mucho mejor, si es posible, de lo que parece.
Como amantes del queso que somos, nada más entrar al local nuestro radar detectó un carro que estábamos seguros nos iba a llenar de felicidad al llegar el postre. La Tabla de quesos que nos ofrecieron de postre tenía seis variedades con distintos grados de intensidad. Todo un deleite para los sentidos, que puso el broche de oro a una gran cena.
Pero la noche no había terminado, nos esperaba la planta de abajo del local. En la coctelería, manda el segundo de los hermanos Villalón. Mario domina la barra y el arte de preparar diferentes combinados. De un modo personalizado, todo el personal de este local de inspiración estadounidense pregunta al cliente por sus gustos y le recomienda la bebida que más se ajusta a sus preferencias. El combinado que tomamos resultó ser una mezcla a medio camino entre el Mojito y el clásico Gin Tonic, una bebida refrescante y muy digestiva. El cóctel nos encantó tanto o más como su presentación, ya que nos lo prepararon en una bolsa de celofán y nos lo sirvieron en un divertido carrito de la compra. ¿Se puede pedir más?
Angelita
Calle Reina, 4
Telf.: 915 21 66 78
http://madrid-angelita.es/es/inicio/
Precio medio: 40-50€