La última apertura en El Retiro se llama Sa Brisa y tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de los must de la zona. Bajo la batuta del chef argentino Gonzalo Aragüez, desde Ibiza aterriza en Madrid la cocina más tradicional de la isla blanca, pero con un toque creativo y una presentación original y divertida.
Ubicado en el número 15 de la calle Menéndez Pelayo, nos encontramos con un local dividido en dos salas. A la entrada la barra y la zona de picoteo con mesas altas. Al fondo, otra sala para comer de una manera más pausada mientras observas en su cocina a la vista como preparan los platos. La decoración, a cargo de Proyecto Singular, se caracteriza por el uso del ladrillo y de maderas para darle al espacio un alma mediterránea.
Con la experiencia de 5 años en Ibiza, los empresarios Esther Bonet y Pere Vendrell se han lanzado a la conquista de la capital exportando la misma idea. La base está clara: usar productos locales y materias primas autóctonas como protagonistas en todas sus elaboraciones para dar vida a platos como el porc negre autóctono, las croquetas de bullit de peix con raya o las empanadas rellenas de sofrito payés. Para abrir boca, nos trajeron a la mesa, un pan de los de verdad con una deliciosa sobrasada, con ali oli y con un aceite y una sal en escamas de Ibiza.
A partir de ahí, empieza el espectáculo. Lo mejor, dejarse llevar por las recomendaciones del atento personal de sala de Sa Brisa. Así comenzamos probando una Ensaladilla rusa de bonito fresco con un claro sabor a mar. Y si la comida entra por la vista, la presentación nos encantó. Viene en el interior de una matrioshka rusa vestida con un sombrero pages, para no perder el toque ibicenco.
Y si el anterior plato era original, el siguiente nos fascinó. Un busto negro es el soporte de un plato con un nombre sugerente. Nuestras locuras es una selección de cuatro bocados diferentes como el tomate de colgar con parmesano y albahaca, el calabacín relleno de almendra y kimchi, el crujiente de yuca con negrito de Ibiza y el bocal de maíz con huevo de codorniz y sobrasada. ¡De 10!
Sorprendente es también la versión que hacen en Sa Brisa del clásico de Bocata de calamares. Aquí lo presentan en un divertido perrito de porcelana en cuyo lomo encontramos un hot dog de pan casero al vapor con kimchi, mayonesa de lima y katsuobushi. Ingredientes estos últimos que tienen que ver mucho con el pasado del chef por Latinoamérica y Asia.
Para terminar la parte salada pedimos Cochinillo de porc negre ibicenco. La presentación del plato es mucho más convencional, pero aquí lo que sorprende es el sabor y el crujiente de su piel. Estaba delicioso y las frutas encurtidas que acompañan a la carne son un complemento ideal de este manjar.
Es recomendable dejar espacio para los postres. Nosotros le habíamos echado el ojo a varios como su Torrija con queso de cabra o el Mango fresco con yogur. Para los chocolateadictos como nosotros dos propuestas. El Mundo de chocolate (chocolate al 70% con sal y aceite de Ibiza) y el Cremoso de chocolate blanco que fue el que pedimos. En el interior encierra un deliciosos relleno de pera Williams, fruta de la pasión y albahaca. Un postre diferente y muy original.
En definitiva, que acudir a Sa Brisa a degustar alguno de los bocados con sabor made in Ibiza es más que recomendable. Déjate conquistar por la variedad y calidad de unos platos con un marcado acento mediterráneo y mucha personalidad. Elaboraciones en los que el sabor y la calidad va de la mano con la originalidad y diversión de las presentaciones.
Por cierto, otro detalle interesante. Si vas con niños tienen un apartado especial con platos más convencionales como la pasta casera, la suprema de pollo o la costilla de Black Angus fileteada. Y un último consejo, si tienes pensado ir a cenar vete reservando porque con menos de un mes de vida están teniendo tal aceptación que llenan todas las noches.
Sa Brisa
C/ Menéndez Pelayo, 15
Tel. 910 224 450
Precio medio: 40€
www.sabrisarestaurante.com