Pilar Pedrosa y su hijo Alfonso nos deleitan con sus guisos, las setas, la caza…
Producto de primera y tradición por bandera en un restaurante para repetir
Cuando sales de un restaurante y dices emocionado eso de que ganas de volver, la razón es que la experiencia gastronómica ha sido sobresaliente. Estuvimos la semana pasada comiendo en Villoldo, un pedacito de Palencia en Madrid, que abrió sus puertas hace ocho años y a nosotros nos ha conquistado.
Ubicado en pleno barrio de Salamanca, en la calle Lagasca, 134, en su interior sencillo y acogedor nos espera una cocina de mercado honesta y sincera donde Pilar Pedrosa –con cuatro década de experiencia en los fogones- junto a su hijo Alfonso Fierro bordan todas y cada una de sus elaboraciones.
La carta de la sucursal madrileña del reconocido hotel boutique y restaurante palentino Estrella del Bajo Carrión se centra en el recetario clásico. Tradición y vanguardia van de la mano en cada plato con un protagonista claro: la materia prima. Un buen ejemplo son los productos de su propia huerta como su tomate que sabe a tomate de verdad, y que sirven simplemente en rodajas con un poquito de sal y AOVE, las alcachofas o su menestra de 7-9 verduras Palencia y Navarra.
Bocados deliciosos que conquistan todos los sentidos y sabores de siempre que nos trasladan a la infancia. Las setas tienen también un protagonismo especial con preparaciones sencillamente deliciosas como el Revuelto de chantarelas y trompetas negras. ¿El secreto? Solo utilizan la yema para elaborar este delicado plato otoñal.
En cuanto a las especialidades, encontramos las Pochas guisadas con codorniz o solo con verduras y las Alubias viudas de la Vega de Saldaña nunca faltan en la comanda. Son deliciosas y las sirven en tres formatos: tapa, media ración y entera.
Mención especial merece la exclusiva codorniz de campo de tiro, tan característica de Tierra de Campos que preparan estofada desde hace más de 40 años. Un manjar que solo podrás comer en plena veda.
Para terminar nuestra deliciosa comida, pedimos la carta de postres. Son clásicos en el nombre, pero vanguardistas en su ejecución. Nosotros disfrutamos de lo lindo con sus Natillas de huevo con helado de galleta maría y caramelo de canela. En el punto de mira también tuvimos el Helado cremoso de queso fresco de oveja con sopa de frutos rojos, que dejamos para otra nueva visita. (Descubre las mejores tartas de queso de restaurantes de Madrid).
En definitiva, que declaramos nuestro sincero amor por la comida tradicional que preparan con mucho mimo y esmero en Villoldo. Por cierto, toda la carta está disponible para llevar o a domicilio en su web, donde se hacen directamente los pedidos.
Villoldo
Calle Lagasca, 134.
Tel. 910 224 552.
Precio medio: 40-50 euros.
Cierra los domingos todo el día y lunes y martes noche.
Página web aquí
Menudos platos, tiene que ser un autentico lujo comer en ese restaurante de cocina tradicional
Con leerte me han entrado ganas de ir a comer allí.
Me gusta muchísimo la cocina tradicional y el restaurante Villoldo es uno de los grandes
https://gastroactivity.com/
¡que platos más deliciosos! me gusta la cocina tradicional y las perdices de tipo me encantan. ¡no me lo pierdo!
Un abrazo
Concha
Sin duda es un sitio para visitar, Gracias por la recomendación.
https://micocinayotrascosas.com