Prístino es una casa de comidas contemporánea en la que el chef José David Fernández nos invita a disfrutar de los sabores de siempre, elaborados mediante técnicas modernas, y una presentación actual. Una vuelta a los orígenes de la cocina tradicional madrileña, recuperando las "recetas de la abuela". Tradición y buen gusto como señas de identidad.
Ubicado en un edificio clásico del barrio de Almagro, que data de 1945, su decoración nos recuerda a la de un bistrot parisino. Un lugar cálido, elegante y acogedor en el que los tonos tiza y las plantas naturales predominan en sus dos amplios salones y en la barra que los une.
En la carta de Prístino, el protagonista es el producto de temporada. Platos de cuchara como las verdinas en salsa verde con pixin, el potaje de vigilia con garbanzos, bacalao y espinacas o las lentejas castellanas con sus sacramentos son propuestas a tener muy en cuenta. La llegada del frío invita a deleitarse con guisos deliciosos que comparte protagonismo con una de las estrellas de la casa: Callos con morro y pata, servidos en cazuela de barro. ¡Un plato que dejamos limpio de tanto rebañar con pan!
Para compartir son ideales también entrantes como la Ensaladilla rusa de toda la vida o unas Croquetas melosas de jamón ibérico que por su textura y sabor han entrado por la puerta grande en nuestro listado de Las Mejores croquetas de Madrid.
La materia prima de calidad y la exquisita presentación de sus platos es otra de las marcas de la casa. Entre los segundos la elección no es fácil entre sus platos de la tierra o del mar. Rodaballo gallego, Rape al horno, Bacalao confitado, Lubina a la sal... Nosotros optamos por una Parpatana de atún de aleta amarilla con encurtidos, cuyo exquisito sabor nos recordó a la que comimos en Haroma, el restaurante del Hotel Heritage cuyo chef ejecutivo es Mario Sandoval, con dos estrellas Michelin en Coque.
Y si prefieres una carne, en Prístino puedes optar probar el Rabo de toro sobre parmentier de oloroso, Lomo de ternera de Guadarrama, Pollo de corral en pepitoria... o un magnífico Jarrete de cordero lechal a baja temperatura, cuya foto lo dice todo.
En la parte dulce encontramos esos sabores de siempre que, por desgracia, casi se han perdido. Postres clásicos como la Leche Frita, Peras al vino, Natillas caramelizadas, Flan de huevo casero... y "El de chocolate". Como en Madrid me enamora somos adictos al cacao éste fue nuestra acertada elección. Se trata de un sensacional ganache de chocolate con helado de vainilla de Madagascar y migas de pan brioche con el que pusimos punto final a una comida sublime.
En definitiva, que Prístino es todo un descubrimiento y un lugar a tener muy en cuenta. Por cierto, su nombre se refiere a aquello que se mantiene inalterado, puro, tal como era en su forma primera. Toda una declaración de intenciones que cumplen con nota en cada uno de los platos que nosotros probamos. Nosotros ya estamos pensando cuando volver a seguir disfrutando su fantástica cocina. Y tú, ¿vas a poder seguir resistiéndote a la tentación?.
Prístino
Paseo de Eduardo Dato, 8
Horario: L-J de 13 a 16h y de 20 a 00h; V-S de 13 a 16h y de 20 a 00:30h; D de 13 a 16h
Tlfno: 91 737 36 40
Precio medio: 40-45€
Ufff pues difícil lo tengo porque me apetece todo!! Que ganas de conocer tu recomendación :)
Estaba viendo las fotos y me ha entrado unas ganas de irme a comer a un restaurante incontenibles. Que platos más ricos.
Un abrazo Concha Bernad
Ese tipo de cocina me encanta!! Se me hace súper reconfortante. Y de hecho es una de las que más he echado de menos esta cuarentena.
Un abrazo, Karime
Otro restaurante que bien vale una visita. Muy cerquita de mi trabajo (en condiciones normales). Me lo apunto para cuando la situación se normalice.
La cocina tradicional , con productos de calidad, nunca falla.
Un buen sitio para tener en cuenta.