Paulino es uno de esos restaurantes con toda una historia por contar. Un relato que comienza en los años cincuenta con un décimo de lotería premiado. Los afortunados montaron en la calle de Alonso Cano un humilde negocio donde dar de comer bien a sus clientes.
Hace ahora 14 años, y con la misma ilusión y esfuerzo que sus suegros abrió el restaurante Paulino de Quevedo. El concepto es el mismo: el de una humilde casa de comidas, pero con una cocina tradicional renovada. La atención también les define, ya que el trato que dispensan al cliente es digno de mención. Ubicado en el número 7 de la calle de Jordán, este restaurante familiar ocupa el espacio de una antigua carpintería de la que aun conserva unas espectaculares vigas de madera vista.
La carta de Paulino de Quevedo es clásica, pero en los platos se observan toques vanguardistas. Es el caso de sus Antxoas con agua de tomate. Sabor y frescura en un mismo y delicioso bocado.
El producto de temporada manda en este restaurante. Así pudimos probar unos espectaculares Espárragos templados. Estaban impresionantes, por no decir la palabra que todos estáis pensando, y venían acompañados de una salsa de oricios y pistachos que terminamos mojando en pan. El plato quedó reluciente.
La creatividad también se asoma en algunos de los platos de Paulino de Quevedo. En apariencia, la elaboración que veis en la foto parece un salmorejo, pero realmente es una Crema de sopas de ajo de Chinchón con jamón y huevo.
Y qué decir de los sensacionales Callos de Doña Paca en pan. Melosos, jugosos, tiernos ... en definitiva, deliciosos.
A continuación nos trajeron uno de esos platos que parecen ya olvidados y que hacía años que no comíamos. Las Patatas a la importancia con bacalao al azafrán es una elaboración clásica que te traslada al sabor de los platos elaborados siguiendo el recetario más tradicional.
De sus carnes comimos el Pito de entraña de ternera de la Sierra de Guadarrama. Esta ha sido la primera vez que comemos este corte, la parte gruesa del diafragma, que es muy apreciado por los argentinos. Una carne jugosa y rica, que está muy buena y que aquí acompañan con jugo de rabo de toro y espárragos pericos de Aranjuez.
Para finalizar degustamos unas Migas alcalaínas con chocolate especiado y helado de violeta. Una receta sorprendente que aúna tradición y vanguardia y que nos terminó de conquistar.
Por cierto, a estas alturas os habréis dado cuenta de que la mayoría de los platos que hemos comido tienen un claro sabor madrileño. Se debe a que durante todo este mes de mayo han preparado un menú degustación muy especial compuesto por cuatro aperitivos cañís, un plato de pescado, otro de carne y un postre. Tiene un precio de 35 euros e incluye cerveza, vinos y café. Si queréis comer bien y disfrutar de una cocina clásica con toques renovados, Paulino de Quevedo es una opción segura. ¡A nosotros nos ha encantado!.
Paulino de Quevedo
Calle de Jordán, 7
Teléfono: 915 91 39 29
Precio medio: 35€
http://www.paulinodequevedo.com