LA CARMENCITA, LA TABERNA HISTÓRICA DE MADRID QUE NUNCA PASA DE MODA
- MADRID ME ENAMORA
- hace 58 minutos
- 2 Min. de lectura
En un Madrid que abre y cierra restaurantes al ritmo de TikTok, La Carmencita juega en otra liga. Aquí no hay fuegos artificiales ni platos diseñados para Instagram (aunque salen preciosos). Hay cocina de producto, oficio y memoria, tres palabras que definen a la segunda taberna más antigua de Madrid, fundada en 1854 y orgullosamente viva en pleno barrio de Chueca.
Reabierta en 2013 por el restaurador Carlos Zamora, Taberna La Carmencita es mucho más que un restaurante histórico: es un refugio gastronómico, un lugar donde comer bien en Madrid sigue significando comer de verdad. Sin trampas. Sin postureo. Con verdad.

El alma de esta casa es el chef José María Nieto, que lleva más de una década defendiendo una cocina honesta, reconocible y profundamente emocional. Aquí no se cocina para sorprender, se cocina para reconfortar. Y eso, hoy, es casi revolucionario.
Nieto selecciona personalmente el pescado del Cantábrico, que llega a diario desde Santander, trabaja con pequeños productores de la Sierra de Madrid y mantiene relación directa con pastores de Liébana. Porque en La Carmencita el producto no es un discurso: es una práctica diaria.
La carta es un homenaje a la cocina tradicional española bien hecha con el mejor producto del mercado. Apunta clásicos que ya son historia viva de Madrid:
· Albóndigas de ternera ecológica con receta original de 1854
· Guiso de lechazo de caserío
· Callos a la madrileña con huevo frito
· Lentejas ecológicas Pepe Lamarca, con nombre propio y sabor de casa
· Menestra de verduritas de temporada en salsa verde
· Huevos fritos con puntilla con chorizo, morcilla o paletilla ibérica
No faltan los macarrones gratinados con bechamel de chorizo, el pollo en pepitoria, sus rabas de calamar con un rebozado fino y exquisito o los pimientos rellenos con fino Maestro Sierra. Platos que no buscan likes, buscan aplausos silenciosos.
Una taberna histórica que sigue latiendo
Durante décadas, La Carmencita fue punto de encuentro de escritores, poetas y miembros de la Generación del 27. Hoy, ese espíritu bohemio sigue vivo entre su barra de latón, el tintinear de los vasos y ese ambiente que solo tienen los lugares auténticos. Aquí se mezclan vecinos del barrio, cocineros, artistas y viajeros que buscan dónde comer bien en el centro de Madrid sin caer en la trampa de lo obvio. Y lo encuentran.
Por qué La Carmencita sigue siendo imprescindible
Porque resiste. Porque abre la cocina ininterrumpidamente de miércoles a domingo. Porque no renuncia a su esencia. Y porque demuestra que la tradición también puede ser vanguardia cuando se hace con respeto y cariño. La Carmencita no es nostalgia. Es presente. Y del bueno.
Taberna La Carmencita
Calle Libertad, 16 – Madrid
Precio medio: 40 €
Instagram: @tabernalacarmencita



















Comentarios