Cocina mediterránea con producto de mercado y sencillez en su elaboración
Trabajan con un menú degustación de 6 entrantes, un segundo a elegir y postre
Banderas de España, símbolos del ejército, cuadros de tauromaquia y alguna que otra foto de algún político forman parte de una decoración que no pasa desapercibida. Por fin es un restaurante peculiar como su dueño, Pepe, hermano mayor de la dueña de El Quenco de Pepa, el cual reconoceréis rápidamente por su delantal con el color de la bandera nacional
Ubicado en la calle del General Orgaz, Por fin es un restaurante con apenas ocho mesas, por lo que es recomendable reservar si queréis ir en fin de semana. Aquí no hay carta, trabajan solo con un menú degustación que consta de seis entrantes fijos, un segundo a elegir y un variado de postres. Por un precio de 45 euros incluye toda la bebida que quieras, y cuando decimos toda, nos referimos a que al final de la casa te puedes tomar incluso unos espirituosos.
Por Fin es un restaurante acogedor, un lugar carismático que no deja indiferente a nadie
En Por fin nos encontramos una cocina mediterránea de mercado elaborada con un buen producto. Es la nota predominante de un restaurante en el que huyen de las elaboraciones complicadas. Aquí van al grano, el ingrediente principal es lo que importa, sin ningún tipo de artificio. El Salmorejo de la casa y un correcto foie mi cuit son siempre dos de los entrantes que no faltan.
Tampoco faltan nunca las banderitas rojigualdas adornando otros de sus platos más característicos como las Alcachofas confitadas o las Croquetas de jamón. ¡Unos platos muy nacionales como veis!
Raciones generosas en unos entrantes que terminaron con un Pastel de cabracho que hacía bastante tiempo que no comíamos y que nos gustó mucho y un Revuelto de gambas de cristal y salsa de chipirones, cuya foto no hace justicia a su sabor.
Al llegar los segundos, vuelve a entrar en escena Pepe, el dueño, quien va cantando con bastante gracia por cierto los platos mesa por mesa. Pescados como la merluza, el bacalao o el atún rojo; y carnes como solomillo, la carrillera o el cochinillo están entre las opciones.
Si el jugoso cochinillo nos gustó a la gran mayoría de amigos que compartimos mesa y lo pedimos, el suculento Solomillo al foie, no se quedaba atrás. A todos nos encantó el generoso medallón -hecho al punto- y coronado con un buen escalope de higado de pato. ¡Mmmm!
¿Y que me decís de este taco de atún rojo? Estaba delicioso y hecho en su perfecto punto, aunque no lo pudimos acabar del tamaño que tenía.
Así llegamos a la parte dulce, que es también a elección de Pepe. Nos trajo un variado de postres, frutas y helados -algo viejuno a primera vista, pero del que dimos buena cuenta.
Nosotros fuimos a cenar. Empezamos a las diez de la noche y nos fuimos a la una de la madrugada, hora de cierre de un local singular en el que tras la cena vienen las copas (incluídas en el precio). Te las sirves tú a tu gusto de una mesa en la que ponen varios espirituosos junto a sus mezclas y una hielera grande. Y no sabemos si fue porque el alcohol hizo mella en algunos comensales o por la "actuación" de Pepe, pero lo cierto es que la temperatura subió y mucho. Tanto que la noche termino con el dueño disfrutando en su propia casa megáfono en mano -¡si como lo oyes! y cantando canciones de todo tipo, incluida el "Cara al Sol". Esto lo decimos porque antes de ir debes pensar si puedes sentirte ofendido.
Calle del General Orgaz 9, 28020 Madrid
Tlfno: 915 71 81 70
Precio medio: 45 euros.
Excelente Restaurante. Los platos buenísimos y la atención insuperable. Lo recomiendo si eres un buen sibarita. Arriba España.
Magnífico restaurante: calidad, comodidad y precio. Y encima el servicio es muy bueno... Da a elegir entre carnes y pescados, los entrantes son fijos. Cambia el menú cada cierto tiempo y siempre a mejor. Perfecto para comida de trabajo o con amigos.
qué gracia lo de las banderitas! y menuda pinta tienen los platos, típicos de nuestra gastronomía.
Qué rica la cocina tradicional. Este tipo de restaurantes no fallan, me lo apunto en mi mapita. Un abrazo,
Karime
Lugar carismático y con una comida con la que la boca se te hace agua...