MADRID ME ENAMORA
MEDRI, EL TEMPLO DEL TIRAMISÚ EN MADRID
Actualizado: 18 jun 2020
Cuentan con una tienda en Malasaña y otra en el barrio de Arguelles
Además del sabor clásico ofrecen ocho variedades distintas de tiramisú
Medri es un lugar de peregrinación para todos aquellos que sienten pasión por el tiramisú y quieren disfrutar del postre italiano por excelencia. El alma mater de Medri es Luca, quien puso su apellido como nombre a la primera tienda dedicada en exclusiva al tiramisú en Madrid.
Lo elaboran de manera artesanal siguiendo la receta de su madre para conseguir un postre de textura cremosa, que provoca adicción. La clave es el uso de ingredientes frescos y de calidad: queso mascarpone, huevos, café, bizcochos Novara(para la base) y cacao para espolvorear por encima.

Fue en Malasaña (Corredera Baja de San Pablo, 22) donde comenzó la aventura de Medri en el año 2016. Ahora cuentan con una segunda tienda en Madrid, en la calle Guzmán el Bueno, 8, en Arguelles. En ambos locales puedes disfrutar de su delicioso tiramisú clásico junto a otras ocho variedades: limón, fresa, turrón o plátano/avellana, amaretto, frutos rojos, pistacho....
Los venden en tres formatos diferentes: el individual con un precio de 3,90€; la versión de entre 6-8 porciones, a 16,90€ y el tiramisú familiar, para 10-12 personas por 28,90€.
El origen del tiramisú
Se trata de un postre originario del norte de Italia que se daba tradicionalmente a los niños cuando estaban un poco débiles, porque sus ingredientes principales –queso, huevo y café– eran una combinación energética muy potente.
Existe también otra leyenda que habla de un postre que se servía en los burdeles de las afueras de Venecia. A los clientes más fieles se les ofrecía, este postre que “te tira su” que en lenguaje veneto significa algo así como que “reanima”.

Su receta
- Ingredientes
500 g de queso mascarpone
2 huevos
350 ml de café
80 g de azúcar
30 gramos de cacao en polvo
Bizcochos Novara
- Preparación:
1. Separar las yemas de las claras y batir las yemas con el azúcar. Batir después las claras hasta montarlas a punto de nieve.
2. Mezclar las yemas con el mascarpone e incorporar poco a poco las claras haciendo movimientos envolventes.
3. Mojar los bizcochos en el café y montar con ellos una capa en un recipiente cuadrado. Cubrirla con la crema. Repetir el proceso y terminar con una capa de crema.
4. Espolvorear con cacao por encima, y dejar reposar en la nevera unas horas.