Es una de las últimas aperturas de la capital y tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de los place to be de la temporada. Se llama Picalagartos y ocupa la azotea del hotel NH Collection Gran Vía. Concretamente está situada en la planta octava y desde su terraza podemos contemplar unas increíbles vistas de la ciudad. Al espectacular entorno hay que añadirle una más que notable oferta gastronómica bajo el sello del chef Javier Muñoz Calero, quien también está a cargo de la cocina de NuBel (Museo Reina Sofía) y de Azotea CBA.
La carta de Picalagartos es perfecta para comer algo a cualquier hora del día. Muy recomendable para un picoteo informal en el que desde luego son imprescindibles sus Gildas y los Mejillones en escabeche ahumado.
Otra de las recomendaciones son sus ibéricos. Lomito de presa ibérica, jamón o cecina acompañados todos ellos de regañá hinchá. ¡Un disfrute para los sentidos!
Tampoco puede faltar una sencilla a la vez que sobresaliente Ensaladilla de cachelos y ventresca de atún ...
.... o sus adictivos Torreznos crujientes con sal en escamas y mojo picón.
En la carta encontramos claros guiños a Madrid como su versión del clásico bocata de calamares que aquí presentan en un Esponjosito de rejos de chipirón a la romana con ali-olí de ajo negro.
También destaca su Pulpo a la brasa tibio con mayonesa de aceituna negra de Aragón. Está tierno y con mucho sabor. La presentación tipo pincho moruno nos parece todo un acierto.
Y si el pulpo está bueno, su Gamba blanca de Huelva a la sal está sensacional. Lo preparan en horno de brasas Josper, al igual que sus pescados y carnes, lo que le da un toque muy personal.
En Picalagartos también se puede hacer una comida más formal. Entre sus pescados no falla el Lomo de bacalao o la merluza a la romana. Cada día además una recomendación distinta como su Sapito de rape que preparan ya limpito y que terminan con un sofrito de ajos y aceite. Un plato ligero que acompaña a la perfección con su llamada Huerta al ascua: espárragos trigueros, ajetes fritos, micro calabacín, zanahoria, tomatitos asados, berenjena asada ...
Entre sus carnes hay una que recomendamos con pasión después de probarla.El Lomo bajo de Charolés con 35 días de maduración es un platazo. Lo acompañan con patatas y pimientos de Guernica. ¡De 10!
De postre nos encontramos con sugerentes propuestas como su conocida Taza-Souffle de chocolate y chantilly o su Tarta de queso cremosa, almendra y helado de frambuesa. Nosotros nos dejamos llevar por la tentación de lo desconocido y probamos Castañas y merengue. Se trata de un souffle en cuyo interior encontramos todo el sabor de un exquisito helado de marrón glacé.
En definitiva, que si quieres disfrutar de un picoteo o de una buena comida o cena en una de las terrazas con mejores vistas de la ciudad, Picalagartos es tu sitio. Su azotea con vistas 360º es impresionante. Y cuando termines de degustar su comida, muy recomendable también subir un piso más para tocar casi el cielo mientras tomas cualquiera de los combinados que prepara el coctelero bangladeshí Joel Jamal.
Picalagartos Sky Bar
Hotel NH Collection Gran Vía
Calle Gran Vía 21
Teléfono: 91 530 17 61
Precio medio: 30 euros.
http://www.picalagartos.com