En la concurrida calle Fuencarral, encontramos un restaurante dedicado en cuerpo y alma a las hamburguesas. La obsesión de Burnout por las "true burguers" tal y como reza su lema es tal que eligen con mimo la carne de vaca y la pican dos veces al día para que esté completamente fresca. El resto de ingredientes como su pan artesano o las patatas que se fríen en aceite de oliva extremeño también son cuidadosamente seleccionados.
Adentrarse en el universo Burnout es hacerlo en un espacio donde disfrutar de este plato típicamente americano rodeado de reliquias retro. Posters de La guerra de las galaxias, televisores ochenteros, lámparas de los noventas y carteles con encanto son solo parte del decorado. Este local del barrio de Chamberí se divide en dos plantas, una primera con mesas altas y una barra, y un sótano en el que poder disfrutar de un modo más tranquilo. Sin olvidarnos por supuesto de la terraza, que también es una buena opción para los días de sol.
En Burnout ofrecen entrantes clásicos como guacamole, nachos o alitas de pollo. Nosotros empezamos probando sus Chicken Tenders. Estas tiras de pechuga crujiente de pollo de verdad, las sirven con salsa barbacoa y mostaza de miel.
La carta de este restaurante se divide en hamburguesas clásicas y no tan clásicas. A nosotros nos gustan las sorpresas en el plato y por eso nos decantamos por las segundas. La Savoy Special se sirve con una triple capa de queso americano, bacon trenzado, lechuga, tomate, pepinillo y salsa guacamayo. Una elaboración innovadora de inspiración clásica, ya que rinde un homenaje a la tradicional Bacon Cheeseburguer.
La segunda que pedimos es muy recomendable para los spicy lovers. La Chiliburguer se prepara con doble capa de queso, chili, pepinillo y salsa chipotle mayo. Una hamburguesa cuyo sabor recuerda a la comida mexicana y que también se ofrece en versión 'muy picante' con chili cascabel. En ambos casos la carne es muy jugosa y está perfectamente picada.
Burnout ofrece postres como la tarta de zanahoria, helados, batidos .... y, por supuesto, una opción de chocolate. Hasta nuestro nuevo amigo el robot quiso probar su Brownie Madness. ¡A nadie le amarga un dulce!
En definitiva, que desde Madrid me enamora creemos que Burnout es una buena opción para llevarse un buen pedazo de carne a la boca. Una opción 100% recomendable tanto en su local de Chamberí en el que estuvimos, como en el que tienen en Malasaña.
Burnout
Calle Fuencarral, 148
Teléfono: 699 73 63 91
Precio medio: 18-20 euros.
http://www.burnoutburgers.com